Lista de supermercado

Carne molida,

Queso,

Papel higienico,

Y un par de cervezas...

A eso se resume salir en estos días,

Un par de cigarrillos en cualquier andén,

Y una conversación cronometrada.

Confinamiento, toque de queda,

No cambia en mucho mi dinámica,

Pero como me gustaba esa ilusión de libertad.

La banalidad y el tedio se hacen más evidentes cuando no se tienen opciones,

Es un simple problema de supermercado,

Entre más opciones se tienen,

Más cómodo se está comprando la misma basura,

Pero con etiquetas diferentes.

Al final siempre me afilio a la misma marca,

Paso a la caja y cargo con el peso habitual.

Tanto tedio, tanta rutina,

Soy el autómata del salario mínimo,

Mi vida cotidiana no pasa de una lista,

Cada segundo como un centavo,

Presupuestado, creyendo que le saco el jugo hasta la última gota.

Pero la realidad es otra,

Mismas etiquetas, mismo gasto,

Aparentes opciones,

Para resultar tragando lo mismo cada vez.

Todo estaba allí, hasta que no.